domingo, 22 de abril de 2012

A propósito de Educación de Calidad para Chile

Como se sabe, uno de los estandartes de las movilizaciones estudiantiles que sacudieron a Chile en 2011, fue la demanda por una "Educación gratuita y de calidad para todos". En mi concepto, expresado en 3 artículos que crearon cierta polémica y que fueron publicados en No es la noche sin insomnio, el debate generado por las demandas estudiantiles careció de la profundidad adecuada y prefirió mantenerse en la superficie del intercambio de eslóganes y lugares comunes, dichos con mayor o menor virulencia, elemento que tiene a ser el patrón que en Chile mide la calidad argumentativa y, finalmente, la aceptación y adopción de algún punto de vista por parte del público promedio.

Examinemos, entonces, algunas bases de lo que podría entenderse bajo el concepto de "Educación de calidad" para ponderar su significado y evaluar cómo implementarla en una realidad económica, social y cultural como la chilena. Me llama la atención, por cierto, que en ningún momento ni lugar se haya invitado a debatir a teóricos de la educación para establecer, con propiedad, qué se entiende por Educación de Calidad. El movimiento estudiantil incorporó a sus demandas una exigencia loable en sí misma -¿quién, en su sano juicio, podría oponerse a ella?-, pero la formuló de tal manera que jamás pudo entenderla -o plantearla- más allá de sus aspectos económicos y administrativos. Es decir: educación de calidad = más recursos y mejor administración de éstos. Pero la educación es harto más que administración y financiamiento.

A nivel mundial, y en alumnos de todos los niveles del espectro académico, en los últimos 30 o 40 años se ha observado un deterioro en el desarrollo de ciertas capacidades cognitivas vinculadas al pensamiento abstracto. Un artículo de divulgación del trabajo de Michael Shayer (2007), publicado en The Guardian (2006), estableció un preocupante resultado: en él se señalaba que el nivel cognitivo de los chicos de 11 años correspondía, en la realidad, al de niños de 7 u 8 años y que los adolescentes británicos del siglo XXI tenían menos habilidades cognitivas que los adolescentes de la generación que los precedía. Asimismo, en el estudio, Shayer hacía notar -con el característico buen tacto inglés- que los paradójicamente buenos resultados en la aplicación de los estándares de calidad, certificados por las autoridades curriculares británicas, podía deberse a la "inconsciente" aplicación de preguntas más fáciles y a la flexibilización de la exigencia en el examen de los contenidos. Cualquier parecido con nuestras pruebas Simce es, evidentemente, pura coincidencia.

En aquellos años, sin embargo, esta publicación contribuyó al debate de un tema país todavía más complejo y que tenía que ver con lo que se llamó "el asesinato de la infancia": en septiembre de 2006 un grupo de 110 profesores, académicos, sicólogos e, incluso, autores de libros infantiles envió una carta al diario The Daily Telegraph en la cual denunciaban que a los niños británicos se les estaba "envenenando la vida" al ser empujados a la adultez antes de tiempo y a consumir "un cóctel siniestro de comida junk (chatarra), marketing de la sexualidad, juegos electrónicos y una obsesión más por galardones que por aprendizaje en las escuelas" (1)

En rigor, en los últimos 50 años occidente ha experimentado una verdadera "mutación antropológica". Una cultura basada en la palabra (oral o impresa) ha cedido terreno a otra basada en la multicodificación discursiva, en la que predominan elementos visuales y gráficos por sobre los lingüísticos. La televisión primero, omnipresente en la gran mayoría de los hogares de occidente; y ahora los computadores con acceso a internet, los videojuegos y los dispositivos electrónicos de comunicación han generado un nuevo escenario que modifica, de manera radical, las condiciones para el desarrollo de las habilidades cognitivas del hombre contemporáneo. Los procesos mentales que exige la nueva cultura están relacionados con el hemisferio derecho del cerebro: el espacio de las emociones, sensaciones e intuiciones; mientras que el hemisferio izquierdo, vinculado a los procesos lógicos y abstractos, cede terreno. Así, es posible observar, por ejemplo, que los alumnos tienen más éxito en resolver problemas geométricos que algebraicos, vinculados aquellos a la percepción del espacio -que radica en el hemisferio derecho- y estos, relacionados con las capacidades de una racionalidad más compleja.

Por otra parte, han surgido nuevas corrientes psicológicas que postulan una redefinición de lo que hasta ahora se ha entendido por inteligencia. La teoría de las inteligencias múltiples, propuesta inicialmente por Howard Gardner, plantea la existencia de al menos 8 tipos de inteligencias (2) y cada una de ellas predominaría sobre el resto en cada individuo. Por ello, las corrientes contemporáneas de la educación se hacen cargo de este postulado, e intentan ofrecer un repertorio metodológico lo suficientemente amplio como para que distintos individuos, con distintas inteligencias, reciban una formación que reconozca sus particularidades y contribuya a potenciar la habilidad que en el sujeto predomina.

En esta misma línea comienza a cobrar fuerza, en los años '90, una nueva modalidad pedagógica llamada "enfoque por competencias", de la cual poco se comenta en los medios, pero que constituye un apasionado debate en algunos espacios académicos, por cuanto este nuevo paradigma educativo deja de lado el antiguo perfil Científico-Humanista y lo reemplaza por una visión pragmatista en la cual las habilidades de base o competencias que el individuo posee, se desarrollan de modo personalizado, bajo una modalidad llamada "constructivista" que busca orientar la educación hacia la acción, despojando al proceso educativo de prácticas que se consideran ineficaces, tales como la clase expositiva y la memorización de contenidos, entre otras. En esta nueva modalidad educativa se le da una importancia central al desarrollo del conocimiento desde las particularidades del educando y desde la interacción de este con el grupo de individuos con quienes co-construye el conocimiento en un proceso dinámico, participativo e interactivo, basado en la relación entre aprendizajes esperados y aprendizajes significativos.

En una mirada más suspicaz, es postulable sostener que el enfoque por competencias -modelo pedagógico precognizado, entre otras entidades, por la OCDE- responde a un diagnóstico, no socializado adecuadamente, que reconoce las limitaciones cognitivas de los educandos y que elabora una salida práctica que implica preparar a las masas para la realidad laboral concreta, desechando el altruismo positivista de elevar la condición humana a partir del desarrollo del pensamiento científico -esto es lógico-abstracto-. Bajo esta premisa, se entienden los afanes que buscan, por ejemplo, reducir en las mallas curriculares universitarias las asignaturas teóricas en pro de las prácticas, para habilitar laboralmente a las masas trabajadoras, sin someterlas a las densidades del pensamiento abstracto que construye y disciplina la racionalidad y el intelecto.

En este escenario es posible, y me parece, imperativo, formular algunas preguntas y observaciones vinculadas al concepto "educación de calidad":

1. ¿Con qué criterio se le da al alumno la responsabilidad de co-construir su aprendizaje, si elementos tales como la responsabilidad, su auto-percepción y, sobre todo, sus dominios cognitivos están afectados por el cambio social, cultural y antropológico que limitó, por ejemplo, la influencia de la familia como instancia modeladora de valores y actitudes y ha instalado en su reemplazo al saber medial -"sermo vulgaris"- como sistema de referencia formativa?

2. ¿Cómo se recuperan los dominios cognitivos, afectados por esta mutación antropológica que hemos descrito, y que son imprescindibles para desarrollar la ciencia y el conocimiento? En este sentido, llama la atención que estemos rodeados de avances tecnológicos pero atrapados en paradigmas científicos que, salvo contadas excepciones, fueron delineados en la primera mitad del siglo XX, por mentes educadas en una modalidad muy diferente a la que las nuevas teorías pedagógicas proponen.

3. ¿De qué manera se transparenta el modelo pedagógico que está adoptando Chile? El enfoque por competencias es una modificación estructural que abarca desde la formación preescolar hasta la universitaria y que, jamás, ha sido sometida al debate público. Los expertos en educación han evitado abrir este debate y han implementado el modelo mediante la práctica del ensayo y el error. Esto ha significado que en los últimos 20 años, los Planes y Programas del Ministerio de Educación, han sido reformulados constantemente, con una variabilidad metodológica que ha significado, en muchos casos, contradicción y en todos, desorden.

Si las examinamos con detenimiento, más allá de oportunismos políticos e ideológicos, las movilizaciones estudiantiles y, en general, los llamados "movimientos sociales", veremos que éstos evidencian una necesidad de cambio en el paradigma social, político y cultural en donde el concepto del Hombre, concepto que como las cucarachas después de un holocausto nuclear, ha sobrevivido y reclama su lugar como eje de las preocupaciones del colectivo. Ese Hombre se encuentra hoy escindido en su unidad material-espiritual o, si se prefiere, en los dominios sociales y cognitivos que le han permitido levantar una civilización y una cultura. En mi concepto, en estos momentos de crisis y cambio, el rol que le cabe a la Educación es clave para preparar al sujeto en su condición no sólo de ciudadano, sino sobre todo de individuo, de persona y, -nuevamente-, de Hombre, para restituir los valores que se han perdido y que le permite al Bicho Humano, construir países y sociedades que encarnen, quizá uno de los valores más importantes y fundamentales que dan sentido a la existencia: la dignidad.-

Notas

(1) El lector interesado puede consultar la versión en español de la polémica consignada en http://www.lanacion.com.ar/841208-temor-en-gran-bretana-ante-el-asesinato-de-la-infancia

(2) Se trata de las inteligencias:

lingüística
lógica-matemática
espacial
musical
corporal cinestésica
intrapersonal
interpersonal
naturalista

Todas ellas estarían presentes en cada uno de nosotros con predominio eventual de una de ellas. La crítica de Gardner es que el enfoque pedagógico tradicional priviliegia las 2 primeras.

Referencias bibliográficas:

Crace, John (2006) Children are less able than they used to be en The Guardian recuperado desde "http://www.guardian.co.uk/education/2006/jan/24/schools.uk

Shayer, M. et alia (2007) Thirty years on – a large anti-Flynn effect? The Piagetian test Volume & Heaviness norms 1975–2003 recuperado desde http://cognitiveacceleration.co.uk/documents/ca_approach/30yearson.pdf